Flexibilidad:
Evidencia Científica y Metodología del Entrenamiento
Pablo E Hernández Díaz1
1Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Chile.
Artículo publicado en el journal PubliCE Standard del año 2006.
Resumen
1Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Chile.
Artículo publicado en el journal PubliCE Standard del año 2006.
Resumen
FLEXIBILIDAD
Y ELONGACIÓN: CONCEPTOS Y DEFINICIONES BÁSICAS
Definiendo
Flexibilidad
La
palabra flexibilidad se puede definir de diferentes maneras según la disciplina
o la naturaleza de la investigación. Por ejemplo, el término se puede aplicar a
objetos animados o inanimados. La palabra deriva del Latín flectere,
“curvar,” y se define como “la habilidad de curvarse/flexionarse.”
La
flexibilidad se define como la capacidad para desplazar una articulación o una
serie de articulaciones a través de una amplitud de movimiento completo, sin
restricciones ni dolor, influenciada por músculos, tendones, ligamentos,
estructuras óseas, tejido graso, piel y tejido conectivo asociado (Herbert, R.,
Gabriel, M., 2002; Rusell, T., Bandy, W., 2004; Thacker, S., et al. 2004). La
flexibilidad está influenciada además por una serie de factores que incluyen:
el nivel y/o tipo de actividad que el individuo desarrolle, la temperatura
ambiental, el sexo, la edad y la articulación involucrada entre otros.
(Anderson, B., Burke, E., 1991; Prentice, W., 1997).
De
esta definición clásica se puede desprender el hecho de que el concepto de
flexibilidad no solo tiene relación con el músculo, sino que involucra a todo
el sistema neuromuscular y osteoarticular.
De
acuerdo a Mario Di Santo (2001), la flexibilidad es la capacidad psicomotora
responsable de la reducción y minimización de todos los tipos de resistencias
que las estructuras neuro-mio-articulares de fijación y estabilización ofrecen
al intento de ejecución voluntaria de movimientos de amplitud angular óptima,
producidos tanto por la acción de agentes endógenos (contracción del grupo
muscular antagonista) como exógenos (propio peso corporal, compañero,
sobrecarga, inercia, otros implementos, etc.)
Según
Alter (1996), existen dos tipos de flexibilidad
- Dinámica: Hace referencia al grado en que se puede mover una articulación por medio de una contracción muscular, por regla general en el centro del recorrido del movimiento. La flexibilidad dinámica no es necesariamente un buen indicador de la rigidez o la holgura de una articulación porque tiene que ver con la capacidad para mover una articulación de forma eficiente, con muy poca resistencia al movimiento
- Estática: Hace referencia al grado en que se puede mover de forma pasiva una articulación hasta el punto límite de su amplitud de movimiento. En la amplitud pasiva ninguna contracción muscular toma parte en el movimiento de la articulación. Amplitud de movimiento respecto a una articulación, sin poner énfasis en la velocidad del movimiento.
Flexibilidad
“Normal”
Existe
poco acuerdo sobre la definición de la denominada flexibilidad normal. En
educación física, medicina del deporte, y otras ciencias allegadas de la salud,
tal vez, la definición más simple de flexibilidad sea el rango de movimiento
(ROM) disponible en una articulación o grupo de articulaciones (Hebbelinck, M.,
1988).
Para
otros, la flexibilidad también implica:
- Libertad para moverse (Metheny, E., 1952)
- “La capacidad de involucrar parte o partes del cuerpo en un amplio rango de poderosos movimientos a la velocidad necesaria” (Galley, P., Forste)
- “La extensión total alcanzable (dentro de los límites de dolor) de una parte del cuerpo a través de su potencial rango de movimiento” (Saal, J.)
- Rango normal de movimiento de articulación y tejido blando en respuesta a un “estiramiento activo o pasivo” (Halvorson, G., 1989)
- “La capacidad de mover suavemente una articulación a través de todo su rango de movimiento” (Kent, M., 1998)
- “Capacidad de mover una sola articulación o series de articulaciones suave y fácilmente a través de un ROM irrestricto y libre de dolor” (Kisner, C., Colby, L., 2002)
- “La capacidad de mover una articulación a través de un rango normal de movimiento sin innecesario estrés en la unidad musculotendinosa” (Chandler, T., et al. 1990).
Beneficios
Propuestos de la Flexibilidad
A
través de los años, se han propuesto múltiples beneficios para el entrenamiento
de la flexibilidad, independiente del tipo de validación científica y la
veracidad de estas afirmaciones, todas destacan por presentar un sustento
científico que las avala. Entre
ellas destacan.
- Aumento del ROM en las articulaciones entrenadas. (Davis, D., et al. 2005; Handel, M, et al. 1997; Zito, M., et al. 1997; Hernández, P., et al. 2005)
- Prevención de lesiones músculo esqueléticas por tensión. (Dadebo, D., et al. 2004; Prentice, W., 1997; Wiemann, K., Klee, A.,
- Aumento de la relajación muscular como base para un movimiento más fluido. (Anderson, B., Burke, E., 1991; Andel, M., et al. 1997).
- Disminución de la rigidez muscular, con el consecuente almacenamiento de energía elástica más eficiente, para la realización de movimientos con el ciclo de alargamiento – acortamiento del músculo (SSC: Stretch - Shortening Cycle). (Handel, M. et al. 1997
- Retarda el dolor muscular residual (DOMS). (Anderson, B., Burke, E., 1991; Herbert, R., Gabriel, M., 2002; Zachazewski, J. et al. 1996)
- Mejora el rendimiento deportivo en los atletas, puesto que el músculo trabaja a una longitud óptima. (Herbert, R., Gabriel, M., 2002; Rusell, T., Bandy, W., 2004, Thacker, S., et al. 2004).
- Prevenir acortamientos musculares. (Davis, D., et al. 2005).
- Mejora la coordinación neuromuscular. (Prentice, W., 1997).
Naturaleza
de la Flexibilidad
Además
de la resistencia, la fuerza y la velocidad, la flexibilidad es una cualidad
física que forma parte importante del desarrollo total de la forma física.
La
flexibilidad no existe como característica general, es específica de una
articulación en particular y de la acción articular (Bryant, S., 1984; Corbin,
C., Noble, I., 1980). Un adecuado ROM en la cadera no asegura un adecuado ROM
en el hombro. Del mismo modo, suficiente ROM en una cadera puede no significar
suficiente ROM en la contralateral. En resumen, “no se puede utilizar ningún
test de flexibilidad para evaluar la flexibilidad total del cuerpo” (American
College of Sports Medicine, 2000). Las diferencias en ROM reflejan variación
genética, patrones de actividad personal, y presiones mecánicas especializadas
impuestas sobre tejido conectivo.
Contrariamente
a la creencia popular de que si los atletas son flexibles en una articulación,
luego tendrán similar rango de movimiento en las otras, un individuo es una
combinación de muchas articulaciones, algunas de las cuales pueden ser
inusualmente flexibles, algunas inflexibles y otras medianamente flexibles (De
Vries, H., 1986). La flexibilidad, por lo tanto, es específica a la
articulación y depende no solo de la “tensión” de los ligamentos, músculos, tendones
y cápsulas articulares, sino también del tamaño y la forma de los huesos y la
manera en que articulan. (Bloomfield, J., Wilson, J., 1998).
Componentes
de la Flexibilidad
El
concepto de flexibilidad esta íntimamente ligado a otros que por lo general se confunden
y se utilizan indistintamente como sinónimos, cabe recalcalcar que todos estos
términos abajo descritos en definitiva hacen referencia a propiedades
particulares del tejido muscular, articular, tejido conectivo y la piel, y solo
deben ser usados en ese contexto, jamás refiriéndose a la flexibilidad en si.
Cuatro
son los componentes de la flexibilidad
Movilidad: Propiedad
que poseen las articulaciones de realizar determinados tipos de movimiento,
dependiendo de su estructura morfológica.
Extensibilidad,
Distensibilidad o Compliance: Propiedad que poseen
algunos componentes musculares de deformarse por influencia de una fuerza
externa, aumentando su extensión longitudinal.
Elasticidad: Propiedad
que poseen algunos componentes musculares de deformarse por influencia de una
fuerza externa, aumentando su extensión longitudinal y retornando a su forma
original cuando cesa la acción. (Figura 1).
Plasticidad: Propiedad
que poseen algunos componentes de los músculos y articulaciones de tomar formas
diversas a las originales por efecto de fuerzas externas y permanecer así
después de cesada la fuerza deformante. (Figura 1).
Maleabilidad: Propiedad
de la piel de ser plegada repetidamente con facilidad, retomando su apariencia
anterior al retornar a la posición original.
Figura
1. Modulo
de Young.
Para
desarrollar cada uno de los dos tipos de flexibilidad (Dinámica y Estática), se
utilizan técnicas de elongación muscular o también denominadas estiramientos
musculares.
La elongación muscular
es el medio a través del cual se entrena la flexibilidad, existiendo distintas
técnicas, métodos y escuelas. Estas actitudes de estiramiento muscular tienen
diversos efectos sobre el sistema neuromuscular caracterizadas principalmente
por el perfil temporal de cada una de ellas, ya sean efectos agudos, los cuales
se presentan inmediatamente después de la elongación de un músculo, y los
efectos crónicos, los cuales se presentan luego de un periodo en el cual se ha
realizado un entrenamiento (sistemático o no), de la flexibilidad a través de
elongaciones musculares.
FACTORES
QUE INFLUYEN EN EL DESARROLLO DE LA FLEXIBILIDAD
Factores Intrínsecos
·
La estructura ósea puede restringir el
punto límite de la amplitud. Un codo que se haya fracturado por la articulación
puede asentar un exceso de calcio en el espacio de la articulación, haciendo
que ésta pierda su capacidad para extenderse por completo. En muchos casos
recurrimos a las prominencias óseas para detener los movimientos en el punto
límite normal de la amplitud. (Fernández,
F., 2006).
·
La masa adiposa también puede limitar la
capacidad para desplazarse a través de una amplitud de movimiento completa. La
grasa puede actuar como una cuña entre dos brazos de palanca allí donde se
encuentre.
·
Los músculos y sus tendones, junto con las
fascias que los rodean, suelen ser los principales causantes de la limitación
de la amplitud de movimiento. Cuando el atleta lleva a cabo ejercicios de
elongación para mejorar la flexibilidad de una articulación en particular, está
sacando partido de las propiedades altamente extensibles del músculo. A lo
largo de un período de tiempo es posible aumentar la extensibilidad o la
distancia que se puede estirar un músculo determinado. Las personas que tienen
un alto grado de movimiento en una articulación particular tienden a poseer
músculos de gran extensibilidad.
·
El tejido conectivo que rodea la
articulación, como los ligamentos de la cápsula de la articulación, pueden
estar sujetos a adherencias y acortamientos patológicos. Los ligamentos y las
cápsulas de la articulación tienen cierta extensibilidad; no obstante, si una
articulación queda inmovilizada durante cierto período de tiempo, estas
estructuras tienden a perder extensibilidad; y de hecho se acortan. Esta
afección suele apreciarse después de la reparación quirúrgica de una
articulación inestable, pero también puede ser el resultado de largos períodos
de inactividad.
·
Sistema nervioso: De todos los elementos
que componen el músculo estriado voluntario, las proteínas contráctiles
constituyen un factor de resistencia que condiciona la magnitud y el alcance de
la deformación longitudinal que las acciones de extensión ejercen sobre el
mismo para que la elongación pueda ejercer un efecto específico sobre este
tejido, resulta crucial la minimización de la tensión restrictiva y limitante
que las estructuras contráctiles del músculo tienden, tanto refleja como
voluntariamente, a ofrecer. Así, en el caso de una completa relajación
neuromuscular, una fuerza externa puede llegar hasta duplicar la longitud
normal de reposo del sarcómero conservándose la distancia mínima entre los
filamentos delgados y gruesos a los efectos de que se pueda establecer, ante el
cambio de las condiciones excitatorias, por lo menos un puente cruzado.
Factores Extrínsecos
·
Sexo: Las mujeres suelen
ser más flexibles que los hombres por las diferencias hormonales que presentan.
La mayor producción de estrógenos en las mujeres causa una disminución de la
viscosidad de los tejidos. (Ibáñez,
A., 1993).
·
Edad: La flexibilidad
alcanza su desarrollo máximo entre las edades infantil y juvenil, entre 14 a 17
años. (Vesz, A., Mota, B.,
2004).
·
Calentamiento muscular previo: El
aumento de temperatura disminuye la viscosidad del sarcoplasma mejorando la
contractibilidad y la capacidad de elongación del músculo. La temperatura del
músculo aumenta debido a 2 mecanismos: el primero tiene relación con el aumento
de la circulación sanguínea debido a la dilatación del lecho capilar arterio –
venoso intramuscular y de las estructuras vecinas, incluida la piel. El segundo
mecanismo se relaciona con las reacciones metabólicas catabólicas que generan
la combustión interna y la liberación de energía calórica. (Hidalgo, E., 1993).
·
Temperatura ambiental: Las
bajas temperaturas ambientales se asocian a una disminución de la flexibilidad,
en cambio a mayores temperaturas se produce un aumento de esta.
·
Cansancio: La fatiga muscular
produce una disminución del umbral de sensibilidad de los husos, haciéndolos
más excitable frente al estiramiento, dificultando la elongación muscular.
·
Costumbres sociales: Actividades
laborales, sedentarismo, entrenamiento, hábitos posturales, etc., pueden
aumentar o disminuir la flexibilidad.
·
Estados emocionales: Influyen
en la regulación tónica muscular pues inciden sobre el sistema nervioso. El
miedo, el estrés, la ansiedad y el dolor pueden aumentar el tono, mientras que
estados de relajación pueden disminuirlo.
·
Hora del día: La
mayoría de las personas suelen ser más flexibles en la tarde que en la mañana,
con un peak entre las 14:00 - 16:00 hrs
TÉCNICAS
DE ELONGACIÓN MUSCULAR
Existen
distintos tipos y técnicas de elongación muscular para desarrollar ciertas
cualidades específicas dentro de la flexibilidad.
1. Elongación Balística.
2.
Elongación Estática asistida o Pasiva
asistida.
3. Elongación Activa.
4.
Elongación con Facilitación neuromuscular
propioceptiva (FNP).
Elongación
Balística
Estiramiento
o extensión balística, también conocida cono técnica de rebote, las
contracciones repetitivas del músculo agonista se utilizan para producir
elongaciones rápidas del músculo antagonista. En los estiramientos del tipo
balístico, se busca utilizar la velocidad adquirida por el cuerpo o por un
miembro en un esfuerzo para forzarlo más allá de su rango normal de movimiento.
Esto se realiza provocando rebotes en los limites del movimiento articular.
A
lo largo de los años, muchos expertos en preparación física han puesto en
entredicho la seguridad de la técnica de elongación balística. Sus preocupaciones
se han basado principalmente en la idea de que la extensión balística crea
fuerzas en cierto modo incontroladas en el músculo que pueden exceder los
límites de extensibilidad de la fibra muscular, produciendo de este modo
microdesgarros dentro de la unidad músculo-tendinosa.
La
mayoría de las actividades deportivas son dinámicas y requieren movimientos de
tipo balístico. Por ejemplo, golpear con fuerza un balón de fútbol cincuenta
veces requiere una contracción dinámica repetida del músculo agonista
cuadriceps. Los isquiotibiales antagonistas se contraen excéntricamente para
decelerar la pierna. La extensión balística de los isquiotibiales antes de
realizar este tipo de actividad debe permitir al músculo adaptarse gradualmente
a las demandas impuestas y reducir las posibilidades de sufrir una lesión.
Puesto que el estiramiento balístico es funcional, debe integrarse en programas
de entrenamiento y reacondicionamiento cuando sea apropiado.
Elongación
Estática Asistida o Pasiva Asistida
Esta
elongación implica el estiramiento de un músculo o grupo muscular determinado
hasta el punto en que el movimiento es limitado e impedido por su propia
tensión (Alter, M., 1996). El estiramiento se detiene en el punto en que la
percepción de la distensión no resulte dolorosa. En este punto, el estiramiento
es sostenido, siendo mantenido por un período de tiempo determinado, durante el
cual se lleva a cabo la relajación y la reducción de la tensión.
Esta
elongación se denomina pasiva porque el individuo no hace ninguna contribución
o contracción activa. El movimiento es realizado por un agente externo (uso del
peso corporal, ayuda de un terapeuta o compañero, o el uso de algún elemento).
Las recomendaciones respecto al tiempo que se debe mantener esta posición varían,
con fluctuaciones entre los 3 y 60 segundos. (Prentice, W., 1997).
La
elongación pasiva provoca un aumento inmediato en el rango de movimiento
articular. La duración de este efecto inmediato en el rango articular ha sido
estudiada por Magnusson (1992), quien concluyo que la duración de este aumento
era de menos de 30 minutos.
Elongación
Activa (Elongación Estático-Activa)
Esta
técnica de entrenamiento procura alargar el músculo hasta la posición de
estiramiento, por contracción de su agonista. De dicho modo, en este caso,
también se impide el reflejo miotático, ya que tampoco se producen ni balanceos
ni rebotes y se busca la máxima extensión muscular con la sola participación de
las masas musculares que intervienen, ejemplificándolo de un modo más simple, podemos
decir que asumimos una posición de estiramiento y la mantenemos, sin la ayuda
de otra cosa que la fuerza que de sus músculos agonistas. A diferencia del
estiramiento estático pasivo, en este caso no se recibe ayuda de un compañero.
Elongación
con Facilitación Neuromuscular Propioceptiva (FNP)
La
Facilitación Neuromuscular Propioceptiva está basada en la anatomía y la
neurofisiología humana con un objetivo terapéutico y deportivo.
La
FNP utiliza la mayor cantidad de información posible para lograr una respuesta
motora más óptima; para llegar a esta respuesta, utiliza la información
propioceptiva, cutánea, visual y auditiva durante la realización de la técnica.
Sherrington,
consideró que los impulsos transmitidos desde los receptores de estiramiento
periféricos a través del sistema aferente eran la influencia más intensa sobre
las motoneuronas alfa (Prentice, W., 1997). Con la descarga de los impulsos
nerviosos es posible facilitarlos a través de la estimulación periférica, que
trae como resultado que los estímulos aferentes entren en contacto con las
neuronas estimuladoras. En consecuencia se produce un aumento del tono muscular
o de la fuerza de contracción voluntaria. De la misma forma, las neuronas
motoras también pueden inhibirse por medio de la estimulación periférica, que
es causante de que los impulsos aferentes entren en contacto con las neuronas
inhibidoras, lo que provoca una relajación muscular y permite el estiramiento
del músculo.
El
estiramiento ejercido sobre las fibras musculares trae como consecuencia el
aumento de la frecuencia de los impulsos transmitidos a la médula espinal desde
el huso neuromuscular, que a su vez produce un aumento de la frecuencia de los
impulsos nerviosos motores que regresan a ese mismo músculo, resistiéndose de
este modo de forma refleja al estiramiento. Expresado de otra forma, un exceso
de tensión muscular estimula o activa al órgano tendinoso de Golgi, cuyos
impulsos sensitivos son transportados de regreso a la médula espinal, estos
impulsos tienen un efecto inhibidor sobre los impulsos motores que regresan a
los músculos y por tanto, hacen que dichos músculos se relajen.
Tres
son los fenómenos neurofisiológicos que ayudan a explicar la facilitación e
inhibición de los sistemas neuromusculares. La inhibición autógena e inhibición
recíproca, fenómenos bastante conocidos y estudiados, y la denominada: máxima
contracción – máxima relajación. Esta última se refiere a la inhibición que se
produce en el músculo al término de una contracción muscular, la cual es
proporcional a la magnitud de la contracción experimentada, por lo que, si se
efectúa una contracción máxima se favorecerá después una relajación máxima.
(Hidalgo, E., 1993; Prentice, W., 1997).
Tipos
de Técnicas de Elongación con FNP
Con
las bases neurofisiológicas anteriormente descritas se desprenden distintas
técnicas de elongación, utilizando diferentes tipos de contracciones
musculares.
Los
dos tipos principales de elongación con FNP, que Viel llama también técnicas de
relajación, son: mantener – relajar y contraer – relajar. (Viel, E., 1989).
Técnica
de Mantener – Relajar
Se
mantiene la extremidad a elongar en el punto de máxima amplitud articular no
dolorosa; luego, el paciente opone una resistencia isométrica al intento del
terapeuta por ampliar el estiramiento del músculo deseado. Posteriormente, el
paciente relaja la musculatura y se mueve pasivamente el segmento hasta su
nueva amplitud.
Técnica
de Contraer – Relajar
Al
igual que en la técnica anterior, se conduce el segmento al máximo de la
amplitud articular no dolorosa y se solicita en este caso, una contracción
isotónica del grupo muscular elongado. El terapeuta pide seguidamente una
relajación completa y se mueve pasivamente el segmento a la nueva amplitud.
FUNDAMENTOS FISIOLÓGICOS DE LA ELONGACIÓN MUSCULAR
En
una elongación muscular, son variadas las estructuras puestas en tensión; a
grandes rasgos se puede decir que la elongación ocurre en el músculo y en el
tejido conectivo intramuscular más que en el tendón, el cual es
substancialmente más rígido que el músculo (De Deyne, P., et al. 1999). Un
punto importante a destacar es que diferentes músculos presentan distintas
propiedades pasivas y por ende distintas respuestas a la elongación muscular.
Esto dependiendo de factores estructurales tales como el ángulo de sus fibras,
la longitud de su tendón, su área transversal (Gareis, H., et al. 1992), y
otros factores como el tipo de fibras que lo componen (Gajdosik, R., 1995).
Una
fuerza dirigida a elongar un músculo es transmitida vía tejido conectivo
(perimisio, endomisio); a través de la membrana muscular (sarcolema) a los
elementos no contráctiles (complejo citoesquelético o costámeros) en la línea
Z.
En
primera instancia el estiramiento se hace a expensas del componente elástico,
en serie y en paralelo. En el caso del componente en paralelo, participará sólo
en la medida que la persona haga un esfuerzo consciente y logre inducir una
relajación del componente contráctil. Si el componente contráctil está en
reposo, permitirá que el componente en paralelo sea elongado, de lo contrario
la elongación muscular se hará sólo a expensas del componente en serie y la
acción se verá anulada en el componente en paralelo, por la contracción de la
fibra muscular que se opondrá a la elongación. (Shrier, I., 1992).
La
elongación de la fibra muscular propiamente tal, comienza en el sarcómero. En
la relajación que acompaña a la elongación no hay estímulos que desencadenen el
proceso de la contracción (en teoría no hay puentes cruzados entre actina y
miosina) por lo que no hay acortamiento del sarcómero; así los sarcómeros
ubicados en serie en una fibra, permiten que ésta tenga su máxima longitud
anatómica (las bandas I del sarcómero alcanzan su máxima longitud). Sin embargo
a pesar de la relajación voluntaria del individuo, las proteínas contráctiles
del músculo generan una resistencia inicial al estiramiento pasivo, esta
resistencia es debida a la existencia de un pequeño número de puentes cruzados
que están presentes incluso con el músculo relajado, los cuales se forman y se
separan espontáneamente (Hill, D., 1968). Este fenómeno de la formación y
separación cíclica de puentes cruzados es considerado como el responsable del
comportamiento “tixotrópico” del músculo, este es un término reológico (ciencia
que estudia el comportamiento de los fluidos) usado para describir el cambio en
la viscosidad de un gel y su resistencia a la deformación molecular cuando es
sometido a diversas fuerzas (Björklund, M., 2004). Este fenómeno ocurre también
en las fibras musculares intrafusales, según esta propiedad, cualquier
actividad previa a la elongación, puede incrementar o disminuir el nivel de
rigidez del músculo, es decir, su resistencia pasiva a la elongación y paralelo
a ello modificar la respuesta de los reflejos de estiramiento al actuar también
sobre las fibras intrafusales (Hutton. S., 1992). Este puede ser un posible
mecanismo que explique cómo técnicas que solicitan la contracción muscular
previa a la elongación podrían aumentar el rango articular.
Otro
punto importante a considerar es que no todos los sarcómeros se estiran en la
misma medida, es decir, que cuando un músculo es estirado, el estiramiento no
es uniforme en toda la longitud. Los sarcómeros próximos a los tendones se
estiran en mucho menor medida que los sarcómeros situados en la parte central
de un músculo. (Alter, M., 1996).
Fundamentos
Neurofisiológicos de la Elongación Muscular
Ley
del todo o nada: si un estímulo (por ejemplo una elongación) satisface el
umbral, para generar el potencial de acción, se iniciará un impulso nervioso a
través del axón, produciendo la estimulación de toda la fibra.
El
nervio tiene dos medios por los cuales puede transmitir información sobre el
estiramiento de intensidades diferentes. Primero: puede
transmitir la sensación de estiramiento sobre un número variable de fibras
nerviosas, esto es la llamada suma espacial, por consiguiente la intensidad del
estiramiento puede ser incrementada aumentando el reclutamiento de órganos
receptores.
Segundo: el
nervio puede transmitir cantidades diferentes de impulsos de estiramiento por
unidad de tiempo sobre la misma fibra. Cuanto más intenso sea el estímulo de
estiramiento, mayor será la frecuencia del impulso, esto es la llamada suma
temporal. (Alter, M., 1996).
Proceso
de Excitación del Huso Muscular
El
huso se estimula y responde (despolarización de la terminación sensitiva)
cuando el músculo en el que se encuentra es estirado pasivamente. También
responde cuando, por control del circuito medular gamma, las fibras musculares
intrafusales son contraídas, lo cual desencadena un estímulo en el aparato
ánulo – espiral, que viaja a la médula, penetra por sus astas posteriores y
allí hace sinapsis con las neuronas motoras alfa que inervan a las fibras
extrafusales del propio músculo del cuál procede el estímulo, como también de
sus sinérgicos, facilitando su acción.
Reflejo
Miotático Inverso o Inhibición Autógena
Cuando
la intensidad de estiramiento sobre un tendón excede un determinado punto
crítico, se produce un reflejo inmediato que inhibe a las neuronas motrices del
asta anterior que inervan al músculo. Como consecuencia de ello el músculo se
relaja y la tensión excesiva es eliminada. Esta reacción es posible sólo debido
a que el impulso de los órganos tendinosos de Golgi es lo bastante potente como
para eliminar los impulsos excitatorios que provienen de los husos musculares.
Esta respuesta de relajación frente a un estiramiento intenso es llamada
reflejo miotático inverso o inhibición autógena.
Este
reflejo puede explicar un fenómeno interesante que se produce cuando se intenta
mantener una posición de estiramiento que desarrolle una tensión máxima: es
decir, súbitamente se llega a un punto en que la tensión desaparece y el
músculo puede ser estirado aún más. (Alter, M., 1996).
METODOLOGIA
DEL ENTRENAMIENTO DE LA FLEXIBILIDAD
Entendiendo
a la flexibilidad como una capacidad psicomotora compleja, cuya responsabilidad
exclusiva es la reducción de la resistencia que los distintos tejidos ofrecen
al incremento de la amplitud de movimiento, se deduce con cierta claridad que
es precisamente la naturaleza de la composición histológica de las estructuras
limitantes, en cada articulación y para cada movimiento particular de nuestro
aparato locomotor, la que determinará su metodología específica de abordaje (Di
Santo, M., 2001).
El
uso de la elongación muscular en educación física y en la actividad deportiva,
como mencionamos anteriormente esta basada fundamentalmente en mitos y
creencias mas que en una evidencia y un conocimiento científico claro.
En
este apartado analizaremos diversas investigaciones y mostraremos como se puede
indicar y aplicar la elongación muscular de acuerdo a los criterios actuales de
tiempo de duración, frecuencia, intensidad y tipo de elongación.
Tipo
Los
cuatro principales tipos de elongación son: elongación pasiva asistida,
elongación activa, elongación balística y la elongación con Facilitación
Neuromuscular Propioceptiva (FNP).
En
un tema bastante controversial se ha convertido el determinar cual de estos
tipos de elongación es más efectivo en la práctica. Las investigaciones
concluyen que la elongación balística es la que presenta un mayor riesgo de
provocar una lesión en su ejecución, debido a que genera grandes cargas a nivel
de la unidad músculo tendinosa; además no induce a cambios permanentes en el
ROM. Por estas razones esta claramente contraindicada en la mayor parte de los
casos.
No
es fácil determinar la mejor técnica de elongación, ya que cada una presenta
sus puntos a favor y en contra de acuerdo a las condiciones en que estas son
aplicadas. La elongación activa es bastante efectiva en situaciones en las
cuales hay un gran número de individuos sin una supervisión personal de la
técnica y en donde la eficiencia en términos de tiempo es prioritaria. La
elongación muscular pasiva asistida y con FNP es muy eficiente cuando se cuenta
con personal entrenado en la aplicación de estas técnicas y el trabajo es
individualizado. Las más recientes investigaciones indican que las técnicas de
elongación con FNP son las que provocan un mayor aumento en el ROM (Magnusson,
S., et al. 1996; Prentice, W., 1997; Handel, M, et al. 1997; Davis, D., et al.
2005; Hernández, P., et al. 2005). En general el tipo de técnica a utilizar
varía fundamentalmente de acuerdo a la situación que se presente, la cantidad
de individuos, y la cantidad de personal entrenado en la aplicación de estas
técnicas.
Intensidad
La
elongación muscular, como cualquier otra forma de entrenamiento presenta
potenciales efectos perjudiciales si los estímulos son entregados de una manera
incorrecta, principalmente a nivel de la unión musculotendinosa en la cual se
puede observar un debilitamiento estructural agudo posterior a la aplicación
incorrecta de técnicas de elongación, es por esta razón que la intensidad de la
elongación debe ser prescrita con sumo cuidado.
La
aplicación de una elongación muscular debe tener en cuenta factores tales como
la velocidad y la fuerza con la cual se aplica tomando en cuenta las
propiedades viscoelásticas del músculo. La intensidad de la elongación se
determina principalmente a través de la sensación subjetiva del individuo al
momento de realizar la acción y como premisa fundamental se debe velar por
nunca sobrepasar los limites del dolor, es decir, debe ser una sensación clara
y localizable de tensión muscular sin llegar nunca al dolor de ningún tipo.
(Hernández, P., et al. 2005). La intensidad apropiada debe alcanzarse de forma
lenta y constante, esto debe ser transmitido a los deportistas como elongar
“solo hasta el punto de tensión” o “elongar hasta justo antes del límite del
dolor o disconfort”.
Tiempo
La
extensión de una sesión de elongación va a depender del músculo o grupo
muscular a elongar, del objetivo que se busque dentro de la flexibilidad y de
variables relacionadas con la técnica en si. Estas variables son: el momento en
el cual se aplica la elongación muscular dentro de una sesión de entrenamiento,
el tiempo de mantención de la fuerza tensil y de el número de repeticiones de
cada elongación.
En
relación a la primera de estas variables, podemos decir que la fase inicial del
calentamiento previo no es el momento mas indicado para la aplicación de la
elongación muscular si el objetivo que se busca es aumentar el ROM, ya que una
unidad musculotendinosa (UMT) “fría” es notablemente mas “rígida” y susceptible
a lesionarse que una UMT en un músculo que ha sido sometido a una actividad
previa que aumente la temperatura del músculo (Noonan, T., et al. 1993; Safran,
M., et al. 1989; Sapega, A., et al. 1981). El aumento de la temperatura se cree
que permite disminuir la cantidad de puentes cruzados glicoproteicos en el
colágeno de los tejidos conectivos, lo cual permitiría una elongación permanente
de la UMT (Sapega, A., et al. 1981). Por seguridad y eficiencia la elongación
muscular se debería llevar a cabo de preferencia durante la fase de vuelta a la
calma del entrenamiento.
El
tiempo durante el cual la tensión debe ser aplicada es un punto muy
controversial y a la vez fundamental para determinar la eficiencia de un
protocolo de elongación muscular. En base a la más reciente investigación sobre
el tema en animales y humanos se recomienda que la elongación debe ser
mantenida entre 15 y 30 segundos (Anderson, B., Burke, E., 1991, Zachazewski,
J., et al. 1996; Davis, D., et al. 2005).
Menor
cantidad de evidencia científica existe con respecto a la cantidad de
repeticiones que deben ejecutarse en una serie de elongaciones, estudios en
animales muestran que solo existe un aumento significativo de ROM durante las 4
primeras repeticiones de una serie. El American College of Sports Medicine
(ACSM) e investigaciones recientes (Knudson, D., 1995; Bennell, K., et al.
1999; Evetovich, T., et al. 2003; Davis, D., et al. 2005), recomiendan de tres
a cinco repeticiones para cada serie de elongación en un músculo o grupo
muscular determinado.
Frecuencia
La
flexibilidad, al igual que la resistencia cardiovascular se pierde rápidamente
sin un entrenamiento sistemático (Wilmore, J., Costill, D., 1998; Bandy, W., et
al. 1998). Numerosos estudios realizados en animales y humanos han documentado
el comportamiento del sistema neuromuscular frente a la elongación. Magnusson
(1998), encontró que hubo una disminución significativa del stiffness y
la tensión pasiva ejercida por el músculo luego de un protocolo de elongación,
sin embargo, estos valores retornaron a su condición basal luego de una hora.
En
cuanto al entrenamiento a largo plazo, los avances alcanzados en relación al
ROM pueden perderse en parte luego de una semana sin entrenamiento (Tanigawa,
M., 1972; Starring, D., et al. 1988; Spernoga, S., et al. 2001),
desafortunadamente existen muy pocos estudios en relación a este tema, sin
embargo, y en base a la revisión bibliográfica y los estudios mas recientes se
puede recomendar que la elongación muscular debería realizarse por lo menos
tres veces por semana, e idealmente todos los dias y/o posterior a toda sesión
de entrenamiento físico deportivo.
Tipo
Modalidades de elección preferente son las técnicas de elongación pasiva
asistida, elongación activa y con FNP
Frecuencia
Por lo menos tres veces por semana, idealmente todos los días y/o después de
cada entrenamiento.
Intensidad
Elongar lentamente el vientre muscular y mantener en la posición utilizando la
menor tensión que se requiera para mantener el segmento en el lugar deseado.
Tiempo
4
a 5 series, con mantención entre 15 a 30 segundos para cada grupo muscular.

Tabla
1. Recomendaciones
sobre entrenamiento de la flexibilidad basadas en la evidencia científica
reciente.
CONCLUSIONES
Como
hemos revisado en este manuscrito, la flexibilidad es una cualidad física
extremadamente compleja, que involucra múltiples sistemas y formas de trabajo,
sin embargo, y a modo de resumen existen ciertos lineamientos bastante claros a
la hora de poner en práctica ya sea un programa de entrenamiento o una sesión
única de flexibilidad.
Podemos
decir que la elongación muscular de alta intensidad, es contraproducente como
preparación para la actividad física, ya que disminuye la taza de producción de
fuerza isométrica, concéntrica y excéntrica.
Un
programa de entrenamiento sistemático de la flexibilidad nos entrega por otra
parte ciertos beneficios, que deben valorarse de acuerdo al tipo de actividad
muscular que se realice, ya sea en contracciones musculares puras, pruebas
funcionales, actividades aeróbicas o ciclos de estiramiento-acortamiento (SSC).
En torno a estos tópicos se requiere muchas más investigación científica que
especifique e investigue, los efectos de protocolos de elongación en cada una
de estas situaciones.
Referente
al riesgo de lesiones, no existe una evidencia científica clara que demuestre
que la elongación muscular a corto mediano o largo plazo tenga alguna
incidencia sobre la probabilidad de lesionarse. Una investigación más detallada
y controlada en torno a este tópico deberá ser conducida sobre todo en deportes
de alto impacto y en situaciones acortamiento patológico del músculo, que
evidentemente cambian el panorama y podrían de alguna forma verse beneficiadas
con un protocolo de elongación muscular.
A
modo de consejo practico, y englobando todos los conceptos revisados en este
manuscrito podemos decir con seguridad que, en vez de realizar una serie de
elongaciones intensas previas a la competición, la preparación previa para un
acto deportivo debería consistir en un calentamiento específico para cada
deporte que active los músculos que van a ser requeridos en el acto. En cuanto
a los programas de entrenamiento de la flexibilidad a largo plazo, estos
deberán ser probados y estudiados más a fondo con el fin de determinar a
ciencia cierta cuales son sus efectos precisos en los distintos parámetros del
rendimiento físico deportivo.
Una
serie de caminos se encuentran abiertos a la investigación rigurosa y
científica en esta área, en las cuales en un futuro deberán determinar y
objetivar lo que poco a poco en la actualidad se esta empezando a entender y
desmitificar.
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Pedazo de paper!
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